EL PERRO Y LA GATA.
Érase una vez una gata que llegó a una casa, y al cabo de un mes, llegó un perro chiquitito, que cuando lo soltaban se iba en busca de la gata, y como era tan pequeño cuando jugaba con ella la cogía del cuello sin hacerle daño.
Cuando ya fue grande, la costumbre se le quitó y ya nunca la cogió del cuello.
Cuando ya fue grande, la costumbre se le quitó y ya nunca la cogió del cuello.
BEATRIZ DE SILVA ESPINAR HERNÁNDEZ.


Beatriz, soy la Señorita, muy bien por escribir un pequeño cuento.
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